TESTIMONIO No. 2

Esto es la segunda y última parte del testimonio de Bernada Fernandez, que leís en nuestro periódico precedente. Os rogamos que toméis en serio este mensaje.

AHORA, VOY A HABLAROS DE MI SEGUNDO VIAJE

Un día, estabamos reunidos para la oración, eramos veinte personas reunidas. La primera cosa que hicimos, como solíamos hacer por cierto, era de alabar y de adorar al Señor.

De repente sentímos la presencia de Dios con tal potencia que parecía al día de Pentecostés. Me acuerdo de que la madre de mi marido, una mujer de edad avanzada pero muy activa en la obra del Señor vinó a decirme : "Bernarda, tienes que bajar la voz mientras la alabanza pues hacíamos mucho ruido." Era la verdad, la alabanza parecía al ruido de carcajada de agua. Me levanté con la intención de decir a mis hermanos que bajaran la voz, cuando entendí la voz del Señor decirme : "¡No digas nada! Pues en el mundo cuando hay ruido nadie se preocupa, entonces porqué cesaríais la alabanza?" Hemos seguido pues en alabar y glorificar al Señor y sentí algo muy grande ocurrir. De repente, me acordé de las palabras que el Señor me había dado en cuanto fue con El. Me dijo : "Volveré a buscarte". De repente ví una luz brillante que inundaba mi casa. Todos mis hermanos vieron también esta luz. Todos se arrodillaron ante la potencia de este Dios vivo y verdadero. Yo no sabía que hacer, me quedé inmobil. Esta luz volvía más y más grande y tomaba una forma humana. Tenía ante mí al Señor JesuCristo con la mirada serena y con una faz bonita y llena de amor. Nunca ví en esta tierra tal belleza en la faz de un hombre. Se acercaba a cada uno de mis hermanos. En el momento en que quise decir a mis hermanos que el Señor había venido para llevarme con El, se me cambiaron las palabras en lenguas. (1Corintios 14:39-40).

El Señor se acercó de mi. Sólo al mirarme, mi espíritu salío del cuerpo. Estaba en el aire y veía todo lo que ocurría en mi casa. Veía que la gente llamaba a la puerta, cuando mi marido fue a abrir, dos policías estaban allí. Los policías dijeron : "Nos hemos enterado de la muerte de una mujer aquí, he aquí porque estamos allí." Mi marido les respondió que no, aquí nos reunimos para alabar y adorar al Señor. Los policías no creían demasiado, pero no pudieron entrar. Dijeron "¡Bueno, vale, sigad pero no hagáis demasiado ruido!". Estaba en los aires cuando ví todo eso.

Jesús me tomó por la mano y nos marchamos hacia la República Dominicana. Cuando llegamos en la capital, el Señor me dijo : "Vendrás pronto en este país porque tienen dos grandes pecados ante mi Padre, son la hechicería y la idolatria". Yo misma veía a la gente de aquel páis correr hacia hechiceros y fetichistas...

Despues el Señor me llevó a Venuzuela y a Méjico. En Venezuela, era en el aire con Jesús pero veía a la gente dedicarse a la magia, al fetichismo y a la hechicería. En Mexico veía a la gente reunida que estaba adorando a demonios. El Señor me dijo : "El horror de este pecado ha subido hasta mi Padre. La primera señal en guisa de advertencia que te doy es que habrá en Méjico un terremoto ; si los habitantes de este país no se convierten para volver a Mí." Cuando volví sobre la tierra, fuí a dar este mensaje en Méjico pero la gente no escuchó y he aquí que recientemente en Mexico ocurrió un terremoto terrible.

Estando en el aire, el Señor me dijo que la mano de su Padre estaba extendida sobre los habitantes de la tierra. Veía el mar que se soblevaba con olas gigantescas, parecían a un monstruo. Veía huracanes que ocurrían en la tierra. Pregunté al Señor: "Señor, cuando todo esto ocurrirá, qué será de los Cristianos?" Me respondió : "Vete y díles que para los que me son fieles, ninguno de sus cabellos será tocado."

Luego el Señor me transportó en otro lugar. Ví a lugares donde la tierra estaba agrietada. El Señor dijo : "Pronto , muchos países serán engullidos." Después quitamos este lugar para ir en un otro donde había aguas muy agitadas. Pasamos por las aguas para llegar al fondo de la tierra por un túnel. Ví grandes puertas. No eran las mismas que aquellas que había visto en mi primer viaje. Sobre estas puertas, había grandes cadenas. El Señor se acercó de las puertas. Después de haber quitado las gordas cadenas, me hizo entrar por el túnel.

Caros hermanos y hermanas, ví a millares de gentes, la cabeza bajada con harapos. Eran atados con gordas cadenas que hacían un ruido que podía ensordecer, y dije: "¿Pero, que significa eso Señor?" Me respondió : "Todos estos hombres y estas mujeres andan hacia el infierno." En la muchedumbre que andaba hacia el infiernio, ví al hermano mayor de mi marido, que se llama Adolfo. Era un hombre muy difícil, que se casaba y divorciaba como lo quería, y que maldecía a Dios. Entonces empezé de suplicar al Señor para que me dejara volver en la tierra para avisar a Adolfo que iba al infierno. pero el Señor no me respondió. Y una última vez, yo veía a Adolfo y a su mujer andar hacia el túnel. Estaban al borde mismo del infierno. De nuevo supliqué al Señor que me dejara volver en la tierra para decir al mundo lo que había visto. El Señor levantó las manos y me dijo : "Ve y díles que el tiempo está al término." Me dijo todavía : "Millares y millares de gentes irán al infierno; el tiempo para Adolfo está acabado, pronto va a morir."

Cuando volví sobre la tierra, mi cuñado Adolfo no quiso cambiar de manera de vivir. Un día, volvió del trabajo rapidamente y dijo a su mujer : "Yo no puedo trabajar, algo me dice que voy a morir." Su mujer le respondió : "Dices eso porque estás borracho como de costumbre." Los dos fueron a acostarse. Unos minutos más tarde, la mujer tuvo una visión. En la visión, ella se veía con su marido en un túnel, vestidos de harapos sucios, dirigiéndose hacia el infierno. Luego, oyó, la voz del Señor que decía : "Vuestro tiempo a los dos ha llegado al término."

Estando siempre en el espacio, el Señor me dijo : "¿Todavía sabes porqué te he hecho venir en este lugar? Es para que notes cuanto ha aumentado el número de los perdidos desde tu primera visita aquí."

De súbito, Jesús y yo salimos de aquél lugar a la velocidad de un relámpago para llegar al primer cielo, luego al segundo cielo. Cuando alcanzamos el tercer cielo, ví a ángeles que se agitaban de un lugar al otro; entonces pregunté al Señor : "Porqué estos ángeles estan en tanto movimiento?" Jesús me contestó : "Verdad es que mis ángeles están en movimiento aquí, pero voy a hacerte ver de qué manera la tierra está agitada también. Ten cuidado, pues muchos demonios han invadido la humanidad. El diablo se ha enfurecido contra los Cristianos porque le queda poco tiempo."

El Señor me permitió ver a estos demonios enfurecidos, entonces me dijo : "Estos demonios que ves son demonios de adulterio. Van a atacar a millares de mis Siervos y muchos caerán en este pecado. ¿Sabes porqué el diablo consigue hacer caer a mis siervos? Porque mis siervos no me dan toda la gloria. Roban mi gloria y se vuelven orgullosos. Además, sus esposas viven en un gran desordén espiritual. No construyeron a sus casas con sabiduría. (1Timoteo 2:11-14)

Veía a millares de ángeles imposible de contar, tan numerosos para la batalla. Luego Jesús me dijo : "Ahora envío estos millares de ángeles en la tierra para que protejan a mi pueblo. En estos últimos días, la guardia será doblada. También doblará el diablo su esfuerzo, pero no deben olvidar que vuestro Dios es grande y potente. Si estéis atados a El, nada os ocurrirá."

Luego el Señor me llevó en un otro lugar. Allí ví a una mesa inmensa rodeada con sillas de oro y sobre cada una de ellas, un nombre matriculado, un traje de fino lino puesto encima. Frente a cada silla, sobre la mesa veía coronas. Luego noté una silla más grande que las demás. Delante de esta silla había una gigantesca copa de oro y Jesús me dijo que fuese a ver lo que había en la copa. Estaba llena de vino listo para servir. Jesús me dijo: "¿Sabes porqué el vino está listo para servir? Ve y dí a mi pueblo que ya estoy a la puerta, vengo pronto."

El Señor me tendió un traje de lino y una corona. Me vestí con el traje y puse la corona sobre mi cabeza, luego me llevó en otro lugar donde me veía como en un espejo : "¿No hay ni mancha ni falsos repliegos en tu traje, verdad? Nadie entrará por esta puerta ni tomará sitio a esta mesa si no está vestido de este traje. Ciertos en medio de mi pueblo que está en la tierra, han ensuciado este vestido. Otros lo han arrugado y otros más lo han quitado y olvidado. Dí a mi pueblo que es tiempo de lavar este vestido, de plancharlo, y de ponerlo de nuevo. Mis Cristianos tienen que pedir al Espíritu Santo de ayudarles a poner su vestido en buen estado pues pronto el Rey va a celebrar las bodas en el reino de su Padre."

Soy de una familia cuyos padres han divorciado y fue con mi padre que viví. Mi madre era una mujer muy religiosa. En cuanto a mi padre, no creía en nada. Tengo una hermana que está en un covento católico pero sé que pronto JesúCristo la quitará de este covento. Oro mucho para ella. Cuando pensaba a la vida de mi madre en esta religión mística, durante mi primer viaje al paraiso, lloré ante el Señor diciéndole : "Señor mi madre va a perderse aunque le he hablado mucho de tí nunca me escuchó ella. Se ata más y más a esta religión pagana." El Señor me respondió : "Salvaré a tu madre, pero voy a tomarla en seguida sino ella caerá de nuevo en el pecado e irá en el infierno. Por eso en cuanto se convierta, morirá unos tiempos después y vendrá aquí en el paraiso."

Cuando volví en la tierra, oré, lloré recordando al Señor la promesa que me había hecho. Pero veía siempre a mi madre enredarse más y más en la idolatria de la religión. Un diá Dios utilizó a mi hijo para convertir a mi madre. Sólo tres días después de su conversión, mi madre murió ; ¡Gloria a Dios!

Durante mi segundo viaje al paraíiso el Señor me dijo : "Mira, lo que mi boca dice, mi mano le cumple." Veía a mi madre en este lindo paraiso ; ella estaba en medio de otras mujeres. Luego el Señor me condujo en un otro lugar en el paraiso. Allí veía a millares de niños vestidos de blanco, alababan a Dios, glorificaban al Señor. Jesús me dijo : "Ves a estos niños, son los niñitos que han sido abortados por padres y médicos asesinos. Los bebés que la gente mata mientras están todavía en el seno de su madre y que se encuentra en las basuras y los arroyos, estos niños, ves, están al paraiso aquí."

Caros hermanos y hermanas, al contrario de lo que creéis, para el Señor, el feto es una vida desde la concepción, desde el primer día de embarazo.

Jesús me dijo todavía: "Bernarda, trabaja pues soy tu fuerza. Este mensaje tiene que ser difundido en el mundo entero. Es un mensaje para los Cristianos, los pastores y para todos los habitantes de la tierra, incluso tí mismo. Él que es santo, sea santificado todavía".

Al instante, las puertas del cielo se abrieron. Habiá una escalera bonita, Jesús hizo llamar a millares de ángeles que vinieron; después el Señor me acompañó de nuevo a mi hogar.

Cuando llegamos a casa, ví a mi marido y a los hermanos Cristianos que esperaban la vuelta de mi espíritu. Miraba a mi cuerpo físico quedado en la tierra. Dije al Señor, "no quiero más de este cuerpo". El Señor me dijo : "No puedes marcharte de nuevo al cielo conmigo porque todavía no es el tiempo para tí. Tienes primero que anunciar a mi pueblo lo que has visto para que se prepare." Y con una voz potente, me dijo : "Entra y recibe vida, soy la resurección y la vida, él que cree en mí aunque esté muerto, vivirá. (Juan 11:25-26).

FÍN DEL TESTIMONIO

Caro amigo, tú que lees este testimonio, te rogamos meditar de nuevo sobre la vida que estás llevando. Ningún pecado está escondido ante Dios. JesuCristo vuelve muy pronto a buscar a los verdaderos Cristianos. El verdadero Cristiano, es aquél que se santifica cada día, y no el que se olvida en el pecado diciendo que Dios es Bueno.

Si te llamas Cristiano y todavía pasas el tiempo en correr detrás del dinero, Mateo 6:32-34. Sepa que el dinero no te será útil, en el momento en que lo necesitarás.

Si te llamas Cristiano y que todavía estás en la hechicería y en las prácticas mágicas, cesa inmediatamente. El infierno es real. Apocalipsís 21:8

Si eres el género de cristiano que vive en el concubinato o que sigue manteniendo relaciones sexuales con tu novio o tu novia, cesa inmediatamente. Aun si tu pastor admite tales tonterías, entiende que eres tú que tendrá que dar cuentas a Dios. Rom. 14:12. Aun si estás en el género de Iglesias dónde el Espíritu Santo no se manifiesta para revelar tales actos, cesa de esconderte. Marco 4:22. Arrepentite, cesa tu prostitución, y pon tu vida en ordén ante Dios. Si sigues endureciendote, lo echarás de menos, y será demasiado tarde 1Cor. 6:9-10.

Si te llamas Cristiano y tengas el corazón lleno de odio y de rencor, arrepentite ahora y perdona a todos los que te causaron daño. 1Juan 3:15. También pide perdón a los que ofensaste. Mateo 5:23-24.

Si te llamas Cristiano, y que estás a tus anchas en falsificar y andar en chanchullos, cesa. Dios espera de tí la santificación. Hebreos 12: 14

Si estés a punto de contratar un matrimonio blanco, es decir un matrimonio con motivos impuros, ten cuidado! Y si estás con una novia que te pide de casarte con ella, o que esta arreglandose para que ustedes se casen, no caígas en esta trampa. Sino lo echarás de menos para la eternidad. Aprendé que estas tratando con una bruja que quiere tragar antes que te des cuenta.

Si planifiquas casarte con un partenario divorciado o si piensas en casarte de nuevo después de tu divorcio, cesa con esta locura mientras es tiempo. Marcos 10:11-12; 1Cor 7:10-17.

Si te llamas Cristiano aunque todavía no has sido bautizado por inmersión es decir en el agua, sepa que te estas equivocando. Para ser Cristiano, hay que creer en Jesús Y hacerse bautizar en le agua por el perdón de sus pecados. Marcos 16:16, Hechos 2:38. Si mueres en este estado, el infierno te espera. Y si la trompeta se pone a tocar, fallarás el rapto.

Para llevar una vida de santificación, necesitarás de estar en una buena iglesia. Verifica siempre en que tipo de iglesia te encuentras :

Si estas en el tipo de sectas satánicas endonde se enseña que JesuCristo es el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, sal de ahí rapidamente. Para estos demonios, Jesús que paso lo más claro de su tiempo a hablarnos de su Padre, es un vulgar mentiroso.

Si estas en este tipo de iglesia en donde hay lo que llaman cuaderno de diezmos, sal inmediatamente. Estos brujos te hacen perder tus bendiciones y te hacen pecar contra Dios. La Biblia dice : "Lo que tu mano derecha dá, que la izquierda no se enteré". Mateo 6:3

Si estas en este tipo de secta en la cual hay mujeres pastor o mujeres evangelistas, sal de ahí sin perder el tiempo. 1Timoteo 2:11-14.

Si sabe leer, sepa que tiene el deber de leer a la Biblia y de verificar las enseñanzas que recibe. Si te encuentras en cualquier iglesia que no avanza según la doctrina de Cristo, es decir según lo que está escrito en la Biblia, sal de ahí inmediatamente. 2 Juan 9

Si te llames Cristiano y que pasas el tiempo en pecar engañándote que "no se pierde la salvación", te ruego medites los versículos siguientes : 1 Corintios 9:27; 1 Corintios 10:1-11; Hebreos 6:4; Hebreos 10:26; Juan 15:6; Eze 33 :12; 2Pedro 2:20; Mateo 25:1-13; Mateo 25:26-30; Mateo 7:21-23; Mateo 24:13; Rom 11:21; Las sietes cartas dirigidas a las IGLESIAS en Apocalipsís 2 en 3 .

Caro amigo, sepa que estás jugando con la vida eterna. Sientáte y medita todavía! Es más serio que lo piensas. Cesa de esconderte más bien te estás engañando. Nadie se puede esconder delante de Dios. ¡ Pón tu vida en ordén, mientras aun hay tiempo ! Sino lo echarás de menos.

¡Que la paz del Señor JesuCristo esté con vosotros!


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